martes, 26 de julio de 2016

Desvanecer las Dudas




Es cierto que para que la magia pueda apoderarse de nosotros y así crear una nueva realidad, hemos de desvanecer las dudas, y en su lugar, crear una sensación de absoluta certeza, pues el subconsciente solo crea realidades a través de este estado.
Como ya sabemos, la certeza es seguridad, estabilidad, mientras que las dudas, producto del miedo, es como deshojar una margarita: si, no, si, no, si…
Por ejemplo, si una persona quiere escribir una novela, ¿va a estar cada día cambiando la temática de la obra? Si lo hace así, seguro que nunca habrá novela.
Pero ¿cómo podemos crear esta sensación de certeza cuándo lo que deseamos nos parece poco menos que improbable?
Decir: yo creo, yo puedo, yo confío en mí, como un acto de voluntad, no es suficiente. Por supuesto que son afirmaciones que pueden ayudar, y de hecho ayudan, pero hay que ir más allá.
En mi caso, la manera de empezar a desarrollar la certeza no fue precisamente diciéndome estas cosas y confiando en mí. No al menos como yo entonces lo entendía. La certeza la empecé a desarrollar al reconocer que dentro de mí y en cada uno de nosotros y en todo lo que existe, hay un poder que es inteligencia pura. Este es el poder de la vida en mayúsculas, y  es este poder el que crea nuestras condiciones de vida con la información que se haya en nuestro interior.
Al reconocer esto, la tarea que deviene es la de ir transformando mediante diferentes métodos o recursos, la información que nos limita por una capacitadora en la línea de lo que deseamos. 
También junto a esto, hay que aprender a desapegarse del resultado dando un paso atrás.
Este paso atrás equivale a apartar el ego, o nuestra personalidad, que para mí es lo mismo. Ha de ser así para que no interfiera, pues este poder sabe perfectamente lo que tiene que hacer, y nosotros no.
Nuestra tarea consiste en ofrecerle mediante visualizaciones y emociones lo que queremos recibir, y dejarle hacer para que todo sea posible.

miércoles, 20 de julio de 2016

Cuento de La Anciana y la Farola




Era de noche. Una anciana daba vueltas  alrededor de una farola cuya luz iluminaba la calle. Sin duda estaba buscando alguna cosa que se le debía de haber perdido. Esto es lo que pensó el hombre que iba por la calle cuando la vio.

Al acercarse a la anciana le preguntó:

-  Buena señora ¿se le ha perdido alguna cosa? ¿Puedo ayudarle a buscarla?

-  Se me ha perdido una llave  y por más que la busco  no la encuentro.

El hombre se unió a ella en la búsqueda de la llave, y después de mucho rato sin tener la suerte de encontrarla ninguno de los dos, le preguntó:

-  ¿Está segura que la ha perdido por aquí?

-  No, aquí no la he perdido. La he perdido dentro de mi casa.

-  Entonces, ¿por qué la busca en la calle? –se sorprendió el hombre.

-  Como mi casa está muy poco iluminada y aquí  hay tanta luz, he venido a buscarla aquí convencida de encontrarla.

                                                                                                                 Cuento Sufí 

Este cuento sufí narra de manera clara y sencilla lo que en su mayoría solemos hacer las personas. 
Es en nuestro interior donde hallaremos todos los recursos y respuestas que necesitemos,  pero las buscamos en el exterior porque es lo que hemos aprendido. 
Hacerlo así es perder nuestro poder para entregarselo al exterior. Es preciso darse cuenta y recuperarlo.

miércoles, 13 de julio de 2016

SI QUIERES SER FELIZ, SÉ LA FELICIDAD.



Para permitir que lo que deseamos venga a nosotros de manera sencilla, sin el esfuerzo sudor y lágrimas que nos han dicho que se consiguen las cosas, hay que acostumbrase a hacerlas en el sentido contrario a como estamos acostumbrados a hacerlas.
Normalmente hacemos cosas para tener, y luego, una vez tenemos, somos.
En el mundo, o universo sutil, que es la causa de todo lo que percibimos, no funciona así. Primero se ha de ser, luego hacer, y después tener.
Por ejemplo, solemos pensar que cuando tengamos la casa de nuestros sueños o hagamos tal viaje, o tengamos cualquier cosa que deseemos, seremos felices. Esto es un error, pero como es lo que hemos aprendido debido a nuestra educación, pues creemos que es lo correcto. En el mundo de la materia lo es. Esto nadie nos lo tiene que enseñar, ya lo conocemos, pero de lo que se trata es de aprender a atraer las cosas utilizando el poder de nuestra mente, que para eso la tenemos.
Quien más y quien menos ha oído hablar de que como mucho, solo utilizamos el 5 ó 10% de la mente.
¿Y el resto? ¿Qué pasa con el resto? Sencillamente lo tenemos olvidado. No lo estamos utilizando. La naturaleza nos ha proporcionado una herramienta maravillosa para disfrutar de una vida plena, ¡y no la estamos aprovechando!
Sí, con frecuencia nos decimos que el día que tengamos esa casa seré feliz; el día que tenga ese trabajo seré feliz; el día que tenga pareja seré feliz; el día que esté sana o sano seré feliz, el…
Si queremos todas estas cosas, tendremos que jugar las cartas que nos brinda el mundo sutil. Tendremos que ir al encuentro de esa parte olvidada nuestra, y tendremos que ser felices para atraer lo que queramos, ya que la esencia de todo lo que deseamos es felicidad. Hemos de Ser para tener.
Si quiero felicidad, he de ser la felicidad; si quiero…
Vivir en la esencia nos traerá lo que tanto deseamos.
¿No es hermoso y hasta enternecedor, para mí lo es, vivir en un universo que la única condición que nos pone para obtener lo que deseamos, es que seamos felices?
Así de sencillo y a la vez así de díficil, ya que llevamos en nuestro interior muchos patrones que se interponen, pero hay que ir a por ello hasta que lo logremos.