“Como es arriba es abajo, como es abajo es arriba”
Este principio incorpora la verdad de que siempre existe
una correspondencia entre las leyes de los fenómenos de los diversos
planos de la vida y del ser. El axioma hermético: “Como
es arriba es abajo, como es abajo es arriba” proporciona
uno de los mecanismos para la comprensión de muchas de las paradojas
más oscuras de la naturaleza. Más allá de nuestro conocimiento,
existen planos que sin el principio de correspondencia, seríamos
incapaces de entender.
Este principio es aplicable en los diversos planos del
universo material, mental y espiritual, pues se trata de una ley
universal.
Según los antiguos, este principio posibilita atisbar
como por una fisura el velo de Isis. Del mismo modo que el
conocimiento de la geometría capacita para medir los soles y el
movimiento de los planetas, el conocimiento del principio de
correspondencia permite al hombre razonar inteligentemente desde lo
conocido hacia lo desconocido. Conociendo la mónada, se entiende al
arcángel.
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