Si
alguien nos preguntase qué es el amor, podríamos contestar diciendo que es un
sentimiento, una emoción, pero, intentar definir lo qué es el amor ¿acaso no es
limitarlo, deformarlo?
El
amor no se puede definir. El lenguaje queda escaso. El amor hay que vivirlo, y
cada uno lo percibirá de una determinada manera.
Lo
que yo puedo decir es que el amor no pertenece al mundo de la razón, ni de la
lógica, ni de la especulación, ni de la manipulación. Esto pertenece, al mundo del cerebro.
También
puedo decir que cuando el amor entra en el ámbito de las relaciones, puede
desaparecer debido a que ya empiezan a crearse apegos, expectativas,
exigencias, dependencias, cosa que conduce a las frustraciones, al sufrimiento
y a la esclavitud. Esto no es amor; esto en esencia es miedo.
¿Es
el amor un estado de ser? ¿Es aceptación incondicional?
El
sol da luz a todos por igual sin exclusión alguna. La luz es, y se entrega tal
cual, sin más.
¿Podremos
algún día las personas amar a toda la existencia por igual sin pedir nada a
cambio?
Si reflexionamos,
podremos observar que las personas somos muy tacañas en el amor, y eso que es
gratis.
Solemos
solo amar a: mis hijos, mi mujer, mi marido, mis padres, mis amigos, mi
mascota, mi casa, mi…mi…mi…
Estamos
creados para amar a toda la existencia, o eso pienso, pero nos conformamos con
bien poco cuando el caudal de este estado de ser es inagotable.
Por eso el amor con mayúsculas es dinamita pura para el cerebro.
Por eso el amor con mayúsculas es dinamita pura para el cerebro.
Rompe
límites y miedos, y su presencia enaltece el alma y la conciencia.
Manuela
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